ESTA VEZ NO ERRARÉ EL TIRO (MICRORRELATO)
Esta vez no erraré el tiro, no cometeré la estupidez de dejar que otro sea el que acabe el trabajo.
Las doce y en la oficina no ocurre nada, podría pasar por delante de mis compañeros sin ser apenas percibido.
Subo al tejado. Puedo contemplar el cúmulo de nubes que noviembre deja en la ciudad. Abro la puerta y me preparo. Tan esbelta, tan… ¡Pum!
Un disparo basta. El plomo hace bien su trabajo y yace en el suelo, inerte, a quince pisos de altura.
Ha dejado de molestarnos, con su arrullo ensordecedor, una nueva víctima de esta sociedad del silencio…
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