ACRÓSTICOS (IV)
Nunca llega lo que anhelo,
Una sucesión de golpes de fortuna.
Nunca alcanzo las metas propuestas,
Consigo sacar de quicio a los herrajes de mi alma,
Antepongo el corazón a la Razón Pura.
Loco trovador, alquimista ciego,
Luchador de causas perdidas, peregrino
En camino hacia Tierra Santa, que es tu cuerpo.
Giro siempre al contrario del mundo,
Ando lo ya andado, pierdo el tiempo.
Las ganas de tener lo que deseo
Ocultan un anhelo de vivir, de ser yo mismo.
Quiero encontrar razón a mi camino,
Usar mi alma para algo más que para
Encontrar versos que pasar a limpio.
Aunque el tiempo me ahogue en sus brazos,
No me rendiré, y eso es triste.
Hundido en la miseria y viejo
Esperaré tu llegada como agua de mayo,
Lamiendo mis heridas como un perro
O pasando media vida anclado en el pasado.
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